Finalmente, ayer se realizaron los alegatos finales del juicio oral y público que se desarrolla en Rufino y los fiscales Rafaela Florit y Mauro Menéndez pidieron la prisión perpetúa para Carlos Lucero (37 años) por el delito de homicidio calificado por alevosía y ensañamiento.
Al respecto, cabe recordar que le espeluznante hecho ocurrió en septiembre del 2020 en la localidad de Amenábar y según las pruebas presentadas por la acusación, Lucero mató a la víctima, Juan Marcos Correa (27 años), en el marco de un rito pagano mediante el cual le sacó el corazón y lo decapitó como ofrenda a San La Muerte.
Así las cosas, Florit y Menéndez en el transcurso de las audiencias presentaron diversos testtigos que acreditarían la hipotesís presentada. A pesar de la contundencia de los relatos que se escucharon en la sala de audiencia de los tribunales rufinense, la defensa a cargo de Pablo Domínguez (Defensor Público) pidió la absolución del acusado. Los jueces que integran el tibunal (Mariana Vidal, Mauricio Clavero y Adrián Godoy) adelantaron que el fallo se conocerá el próximo lunes 23 de octubre.
El caso
Correa, que al momento de su muerte tenía 39 años, tenía un consumo problemático de sustancias estupefacientes y vivía en condiciones de extrema vulnerabilidad. Aprovechándose de la situación, el acusado lo engañó para que se encontrara con él en un lugar conocido como el “Nuevo Basural”, de la localidad donde ocurrió el crimen.
Allí, el hombre lo golpeó hasta desmayarlo, para luego cortarlo con un cuchillo en diferentes partes del cuerpo, mientras seguía con vida. “Mientras agonizaba, le extrajo el corazón y provocó así su fallecimiento en el acto”, sostuvo fiscalía durante la acusación.
Una vez retirado el órgano vital, el acusado decapitó el cadáver y enterró las partes a pocos metros del lugar donde cometió el homicidio. Los restos aparecieron diez días después, tras una ardua búsqueda de agentes policiales, incluidas brigadas caninas, y bomberos de Amenábar, Rufino, Sancti Spiritu, Venado Tuerto y Murphy.
Correa murió en un ritual
Luego de que un testigo lo vinculara con el crimen, Carlos Lucero fue detenido y, en el marco de su arresto, contó a otros detenidos lo que había hecho y cómo había ejecutado la acción homicida.
Con esta información, los uniformados fueron hasta el basural y encontraron en bolsas de nylon el cuerpo de la víctima. Estaba enterrado en cercanías de un altar armado para venerar al santo pagano.
El pedido de pena
El fiscal, Mauro Ménendez, explicó a FM Rufino, que peticionaron la figura de homicidio calificado por alevosía y ensañamiento, porque acreditaron que Lucero, no solo mató a Correa, sino que también se aseguró que sufrierá previo a fenecer.
“El informe forense demostró nuestra hipotesís“, afirmó. Y luego explicó: “La alevosia significa matar sobre seguro, a traición, sin darle la posibilidad a la víctima de defenderse. Y el ensañamiento significa matar de modo cruel, esto es causando dolor. Son circunstancias que van más allá del hecho doloso de matar una víctima”.
En ese sentido, a pesar que el experto presentado por la defensa cuestionó dicho argumento, los Florit y Menéndez insistieron que existen pruebas suficientes que avalan su pedido.
Entrevista fiscales; gentileza FM Rufino
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