Mario Racca, vecino de nuestra ciudad que ha realizado en otras oportunidades investigaciones sobre la historia de nuestra ciudad de Rufino, esta vez presentó a través de su perfil de la red social facebook, una investigación histórica sobre una personalidad muy importante de nuestra comunidad. Se trata de Erminia Peccorini, esposa de uno de los fundadores de nuestra población, Francisco Rufino.

El texto en su totalidad lo transcribimos a continuación:

Un día como hoy 26 de junio, del año 1876, se estima que nació Erminia Peccorini en Venecia (Italia).Erminia Peccorini fue la esposa de Francisco Mercedes Rufino, uno de los fundadores de nuestra ciudad, y se la puede considerar como la primera gran mujer de nuestra historia local debido a su constante accionar por el crecimiento y desarrollo de la comunidad. Sin embargo su nombre ha quedado en el olvido y existe un desconocimiento casi generalizado tanto de su nombre como de su obra.

Este día como su fecha de nacimiento se ha transmitido solamente por tradición oral a partir de testimonios de algunos testigos que trataron a Erminia y tenían ese dato, ya que se desconoce documentación que lo acredite. Tampoco se ha podido obtener información acerca de cuándo y cómo se produjo su llegada a Argentina, ya que no surge de los registros oficiales a los que hasta hoy se puede consultar.

La primera mención que se tiene de Erminia Peccorini data del 19 de febrero de 1895 cuando, teniendo poco menos de 19 años y ya casada con Francisco Rufino (que para ese entonces tenía 51 años), ambos donaron el plano confeccionado por el arquitecto Ernesto Fourreau para la construcción de la parroquia.

En ese mismo 1895 acompañó con su firma la solicitud presentada por una comisión presidida por su cuñado Gerónimo Rufino, para que la diócesis de Paraná (que tenía a su cargo todo el territorio de la provincia de Santa Fe) haga lugar al pedido para que el Obispo auxiliar de Córdoba Udislao Castellanos bendijera la piedra basal de la iglesia que se proyectaba construir en el inmueble destinado para ese fin frente a la plaza Sarmiento, permiso que finalmente fue otorgado el 3 de junio de ese año. Dos años más tarde, el 16 de marzo de 1897, se suscribió otro permiso autorización, en este caso para comenzar la construcción de la iglesia, no obstante lo cual los trabajos comenzarían bastante tiempo después.