El Grupo Técnico del de Sur de Santa Fe -GT SSFe- integrada por varios profesionales entre ellos el Ingeniero Agrónomo Mario Monti del Ministerio de la Producción de Santa Fe como así también de CREA Sur de Santa Fe, Inta de Venado Tuerto, Facultad de Agronomía de la Universidad Nacional de Rosario, Universidad del Litoral entre otros, elaboraron un documento sobre la Variabilidad Climática y los Anegamientos en la Pampa Húmeda de nuestro país.
El informe señala que los graves anegamientos ocurridos en diferentes regiones de la República Argentina -NEA, NOA y Pampeana- durante los últimos años, son una expresión extrema de excesos hídricos acumulados en un escenario de variabilidad climática que también incluyó períodos de sequía.
Se analizó la variedad de causas que ayudan a entender y explicar este fenómeno que afecta a importantes áreas de diferentes zonas productivas. Se presentará una propuesta general para aportar posibles soluciones dirigidas a mitigar esta gravísima problemática territorial que no sólo incluye a sectores de la producción, sino también a zonas urbanas y su población. Como así también, una propuesta especialmente dirigida a controlar niveles elevados del agua subterránea
(nivel freático, NF), como consecuencia de los excesos de agua superficial.
Las causas de los anegamientos en la llanura central (Pampa Húmeda) de la República Argentina son múltiples, y las más relevantes se citan en el informe.
El área analizada del Dpto. General López, tiene un relieve suave entrecortado por lomadas (dunas), con baja pendiente general y una escasa red de drenaje superficial. Estas características dificultan el escurrimiento superficial, almacenándose de esta manera agua en áreas deprimidas con formación de lagunas temporarias.
El excedente hídrico se infiltra en el manto arenoso hasta apoyarse en una capa poco permeable, de arena fina limosa (Fm Carcarañá) de profundidad variable (hasta 20 m), formándose así un acuífero libre
Desde los años 70 existe un escenario de cambio climático que provocó un incremento en el promedio anual de precipitaciones (+ 100 a 150 mm/año), y un cambio en la distribución anual con un incremento del monto y la intensidad de lluvias en primavera y otoño. A pesar de ello, se mantiene la característica de variabilidad climática que se manifiesta en alternancias de años secos y húmedos.
El CIMA (Centro de Investigaciones del Mar y la Atmósfera) arriba conclusiones similares cuando plantea que en el período 1960-2010 las precipitaciones aumentaron en casi todo el país, pero lo más relevante fue el incremento de las precipitaciones en regiones semiáridas que representaron incrementos porcentuales del 20 % promoviendo el proceso de agriculturización.
En las zonas mencionadas y durante los últimos 30 años ha habido un fuerte cambio en el uso de suelo a través de un proceso denominado agriculturización, que cambió la relación de superficie ocupada por pasturas/pastizales y cultivos anuales, en particular en el Dpto. Gral. López (sur de Santa Fe) donde se pasó de un 70 a un 30% de pasturas/pastizales, y el área dedicada a cultivos anuales se incrementó de un 30 a un 70%.
Para lograr mayor estabilidad de los rendimientos agrícolas, la norma técnica de producción de los cultivos en secano fue el ahorro del consumo de agua (barbechos “químicos” limpios, minimización de pérdidas de agua del suelo y priorización de su consumo durante la estación de crecimiento de los cultivos de cosecha). Esta fue durante mucho tiempo una de las estrategias priorizadas para no limitar la producción.
Esta transformación en el manejo produjo un impacto tanto en la dinámica del escurrimiento superficial, como en el consumo de agua de los cultivos y por ende en el balance hídrico, impactando en incrementos sostenidos de los niveles freáticos.
Respecto a la dinámica del escurrimiento superficial, principalmente disminuyeron los tiempos de concentración en las cuencas.
Al disminuir los consumos de agua, desde pasturas/pastizales con 1200 mm/año a Cultivos anuales con 650 mm/año, el balance hídrico pasó a ser excedentario. El agua sobrante escurre superficialmente hacia las zonas más bajas causando anegamientos. Finalmente, se infiltra en el perfil del suelo elevando los niveles freáticos y reduciendo la capacidad de amortiguación de los suelos a los excesos hídricos.
Al problema del cambio de uso de suelo del área pampeana, se debe sumar el del área peripampeana, fundamentalmente con el desmonte y la agriculturización que provocaron también un incremento de los escurrimientos, que terminan presionando al sistema hídrico de la región pampeana.
El informe continúa con detalle y finalmente presentan una Propuesta de manejo de los niveles freáticos en el nivel predial y de cuenca.