El rufinense Mario Racca publicó en su perfil de Facebook un repaso de la historia de nuestra ciuda de Rufino, esta vez la de Juan Cantarella, un pionero.
El 6 de setiembre de 1887 nació Juan Cantarella, hijo de Lucía Vecchio y de José Cantarella.
Según distintos testimonios del propio Cantarella recogidos por Antonio Martín para su libro “De la Carrera al Brillante”, se puede decir de su persona que tuvo una participación muy activa en distintas actividades sociales de aquellos primeros años de vida de nuestra ciudad.
Entre ellas se pueden señalar:- En 1907 intervino junto a otros trabajadores en lo que fue la fundación del primer gremio o sindicato de la ciudad: El Centro de Empleados de Comercio. Cuenta Cantarella a Antonio Martín: “Por el año 1900 se trabajaba aquí la semana corrida, con sábados y domingos ¡todo el día!, y que las jornadas eran hasta las veintitrés y veinticuatro, es decir, que tomando un promedio de 13 horas diarias llegaríamos a una semana de ¡¡noventa y una horas!!”. En el año 1903 interviene el Comisario, señor Nicéforo Sosa, que había conversado con varios vecinos y empleados -entre los que se encontraba Cantarella- a efectos de solicitar al comercio que eliminara el domingo por la tarde. “Yo era el más chico -acota Cantarella-, pues sólo contaba 16 años, aun cuando en ese tiempo la edad no se medía mucho para el trabajo. Basta que el cuerpo estuviera hecho, lo demás no interesaba… Las distintas firmas comprendieron en su mayoría, -salvo una que no deseo mencionar; ha pasado tanto tiempo ya- y se logró la mejora”. Recalca Cantarella que la lucha del incipiente gremio no rendía los frutos esperados en virtud de que no había aún la suficiente fuerza ni cohesión gremial, puesto que todo era principio y, en consecuencia, su organización endeble, existiendo, de otro lado, trabas y presiones que debilitaban todavía más a la agrupación. Pero ya se avecinaban otros hombres dispuestos a retomar la antorcha que se había encendido en 1903 y 1907.
Junto con Pedro Esnaola, Virginio Esnaola, Cristina Arocena, Concepción Esnaola y otros niños, es uno de los primeros alumnos de la primera escuela particular que funcionó en Rufino, instalada en unos terrenos cedidos por nuestro fundador Gerónimo Rufino a la maestra María Ventos de Abad.- Representó al Tiro Federal de Rufino en varios campeonatos de la disciplina.- En 1911 integró la compañía teatral “Amor al Arte”, dirigida por Máximo Tortosa, y participó de la primera obra representada, al ponerse en escena “Flor de un día”, de la que tomaron parte -además de Cantarella- Humberto Alfani, Carlos Agosti, Juana Algán, y Santiago, Manuela y Elisa Tortosa, los tres hijos del director. Más adelante representaron las obras “Juan de Lanuza” y “Destino fatal”.- En 1903 integró como guitarrista y junto a Andrés Chebillard (mandolín) y N. González (violín) un trío que durante un largo tiempo ofreció su música a los vecinos. Además, junto a Chebillard y otros artistas como Berón, Ventos y Vicino, había integrado en 1900 la primera banda de música que se constituyó en Rufino, bajo la dirección de Gallota, y siendo Cantarella el ejecutante del bombo. Esta banda, ya dirigida por Luis Cerrato, y con la participación de Cantarella, realizó en 1910 el primer ensayo que se hizo en el país de la Marcha de San Lorenzo, en la casa del director, en lo que hoy es Bv. San Martín al 230/240. Esto se debe a que un antiguo alumno suyo aventajado en la música y que se había ido de Rufino por cuestiones laborales, regresó al cabo de un tiempo a Rufino para visitarlo, y le mostró una composición que había hecho para que le diera su asentimiento antes de hacerla pública. Así fue que luego de ese ensayo, y con la aprobación del director de la banda, ese alumno aventajado llamado Cayetano Silva hizo pública esa Marcha de San Lorenzo que hasta hoy entonamos en homenaje al General San Martín, y que sus acordes sonaron en Rufino antes que en cualquier otro lugar de la Argentina.
Estuvo presente como público en la primera exhibición de una película de cine en Rufino. Ocurrió en 1906 o 1907, en las instalaciones de la Sociedad Italiana, donde actualmente funciona el Círcolo Italiano, en calle Manuel Roca 151. En 1908 la Sociedad Española se sumó a la exhibición de películas y Juan Cantarella fue uno de los maquinistas del motor que se empleaba para tal fin, facilitado por la Casa Vaccari, donde trabajaba como dependiente.- Junto con sus amigos intervino en el primer picado de fútbol que se hizo en la ciudad, una noche del año 1905 cuando en la estación descargaron unas cajas provenientes de Laboulaye y destinadas a Aurelio Miranda, y entre ellas había una pelota (la primera que llegó a Rufino) con la que estuvieron jugando en la plaza Sarmiento a la luz de la luna.- Siguiendo con el fútbol, el 28 de junio de ese 1905, fue el organizador (junto a Aurelio Miranda) y además integró uno de los equipos que disputaron el primer partido que se jugó en nuestra ciudad. Formando parte del equipo “Los Negros”, enfrentó a “Los Blancos” en una cancha que se instaló en la manzana que forman hoy las calles Manuel Roca, Juan B. Justo, Domingo Ferrari y Boulevard Belgrano, y estuvo en disputa un trofeo donado por Carlos Boero.-
Fue integrante de la Comisión Directiva del Club Pro Educación Física Matienzo. Además, en su representación, intervino en la fundación de la Asociación Rufinense de Bochas integrando la primera comisión directiva en el cargo de tesorero, dedicándose también a la práctica de esta actividad en su club.